¿Descartar o corregir?
Tengo un muy querido amigo, casi hermano, el tipo es un genio, literalmente un genio, su coeficiente intelectual esta muy por encima de la media, la velocidad con la que su mente trabaja, es impresionante, sin embargo, esa velocidad le juega mucho las contras al momento de plasmar sus ideas por escrito, y se ha hecho una costumbre que siempre que hay algún documento importante que necesita presentar, primero me lo envía para que lo revise y a veces, hasta para que reacomode lo que escribió, y no que sea yo un erudito en temas de ortografía y redacción (no lo soy), pero a veces soy la opción que tiene más a la mano; creo firmemente que cualquiera que leyera los primeros borradores que el escribe, tal vez no entenderían en lo más mínimo el contenido de ellos, sin embargo, la información importante esta ahí, esperando a que alguien le encuentre forma y la exponga de la manera que debe ser expuesta, en múltiples ocasiones ese ha sido mi trabajo.
Y, ¿Por qué les platico esto?, bueno, se trata de una comparativa que tiene ya algunas semanas en mi mente, y tiene que ver con la manera en que el gobierno federal ha estado actuando en torno a programas e instituciones de las administraciones pasadas; y antes de que se me acuse de fifí y neoliberal, me gustaría que se tomaran el tiempo de leer esto sin filias, ni fobias.
Para no extenderme demasiado, me quiero enfocar en 2 temas en específico: el primero, el programa de estancias infantiles de la, antes Sedesol, hoy secretaría del bienestar; y segundo, el caso de los diversos fideicomisos que recientemente fueron eliminados.
En ambos casos, el argumento toral fue: LA CORRUPCIÓN. Se señaló: hay en el sistema de estancias mucha corrupción, niños fantasma, estancias fantasma, funcionarios corruptos haciéndose de estancias para ellos mismos, etc. Así mismo, se señaló que los fideicomisos se manejaban de manera corrupta, el dinero no estaba llegando a donde tenía que llegar, se quedaba en manos de “tales y cuales”, etc., etc.
Desde mi muy personal punto de vista (y tiene que ser así, ya que a final de cuentas, es esta una columna de opinión) creo que no se debió haber eliminado el programa de estancias infantiles, así como tampoco se tenían que haber eliminado los fideicomisos; y aquí es donde entra en juego lo que les platicaba al principio de la columna, cuando el documento que estas leyendo no esta tan bien redactado como se esperaría, pero la idea principal es excelente, no lo descartas!!! Al contrario, te das el tiempo de corregir la redacción, uno que otro error ortográfico, y listo!!! Te quedas con él, porque alcanzas a ver el potencial de lo que tienes en tus manos. No lo tiras a la basura, lo mejoras y lo haces funcional. Eso precisamente es lo que se tenía que haber hecho en estas dos situaciones, no te deshaces del programa de estancias, mismo que además de ser un gran apoyo para las familias monoparentales y familias en que ambos padres tienen que trabajar, también representaba una fuente de ingresos para muchas mujeres en todo el país quienes tenían en estas estancias su espacio laboral.
No te deshaces de fideicomisos tan importantes como el de la FND, institución clave para el campo mexicano, o el fideicomiso del FONDEN que siempre fue de gran ayuda a la hora de atender a la población mexicana en tiempos de desastres naturales.
Bajo el argumento de acabar con la corrupción, se acabo con programas importantes, programas que no merecían ser descartados, programas que, si realmente estaban manchados por la corrupción de quienes los operaban, tenían que haber sido librados de esas personas, y atendidos por personas con una mejor ética laboral que realmente los enfocará hacía donde tenían que ser enfocados; en este caso y en el de los fideicomisos, ya no era el “prian” quien tenía la potestad sobre ellos, hace 2 años que nos gobierna otro partido, entonces, ¿por qué eliminarlos en aras de “quitárselos a los corruptos”? si se supone que ya se los habíamos quitado desde el momento en que entró este nuevo gobierno.
Creo firmemente que el gobierno de la 4T se equivocó en estas dos decisiones, no era necesario descartar el documento, tan solo necesitaba algunas cuantas correcciones; Ahora, se supone que lo que nos debe dar tranquilidad como Mexicanos es que todo el dinero que estaba destinado a ese programa y a esos fideicomisos, quedo a plena disposición del hombre… ¿más honesto del país?, para que haga con el lo que considere necesario. Pero bueno, a final de cuentas, no tendríamos porque preocuparnos, ¿verdad?, Digo, porque en esta administración no ha habido indicios de corrupción, no han existido las compras sin licitación, ni tampoco las asignaciones de contratos a familiares de importantes funcionarios, ya no hay escándalos por funcionarios con numerosas propiedades, ni mucho menos escándalos que involucren al hermano del presidente actuando de manera ilegal (#RememberSalinas) o ¿sí?, ¿qué pudiera salir mal?.
En fin, hasta aquí llega esta entrega, y les recuerdo que las palabras que aquí se escriben son solo eso, palabras… una opinión meramente personal, y tal vez muy poco profesional, pero eso sí, a la que se le dedica mucho tiempo antes de ser plasmada.
Tengo la costumbre de siempre decirle a mis amigos, que en cuanto a mis opiniones jamás descarto el estar equivocado, así que si alguien de ustedes, mis pocos lectores, disiente con lo que aquí escribo, les dejo mi correo electrónico para cualquier tipo de comentario: juanfco_lagarda@hotmail.com
Saludos y !hasta la próxima!